Todas las personas tenemos altibajos sobre cómo nos sentimos.
Como emprendedores los emociones se convierten en una montaña rusa:
- ¿Seré capaz de buscarme la vida por mí mismo?
- ¿Me irá bien en el negocio que he montado?
- ¿Y si no tengo éxito y me doy el batacazo?
Somos humanos: no podemos evitar tener dudas y miedos.
Lo que no podemos permitir es que esos miedos nos venzan y sean los que gobiernen nuestras acciones.
La baja autoestima nos debilita, nos bloquea para tomar acciones. Es el origen de muchos problemas, como la ansiedad, depresión, adicciones, etc.
Dejemos de ser nuestro propio enemigo. Aceptémonos para poder avanzar.
¿Cómo conseguir mejorar la autoestima?
No existe una pócima mágica, pero sí una serie de medidas para conseguirlo.
¿Qué es la autoestima?
La autoestima es la opinión que cada persona tenemos de nosotros mismos.
Es una apreciación subjetiva sobre nuestra valía y se basa en nuestras experiencias, percepciones, creencias y pensamientos.
Walter Riso, experto en estos temas, fija en cuatro los aspectos que forman la autoestima: el autoconcepto, la autoimagen, el auto refuerzo y la autoeficacia.
Así, la autoestima no depende de lo que tienes, de lo que sabes o de lo que eres; dependerá siempre de la aceptación personal.
Estas experiencias, impresiones y evaluaciones forman un sentimiento positivo hacia nosotros mismos; o, por el contrario, una sensación negativa de no ser lo que esperábamos.
Por lo tanto, el concepto que tengamos sobre nosotros mismos no es algo heredado, sino aprendido de lo que percibimos, de la valoración de nuestro comportamiento y de la asimilación de la opinión de los demás respecto a nosotros.
La importancia de la autoestima estriba en que se convierte en la fuerza que nos impulsa a tomar acciones, que nos motiva para perseguir nuestros objetivos.
Además, la autoestima evoluciona a medida que vivimos nuevas experiencias.
Algo importante, puesto que la autoestima no es innata: se va formando, modificando y desarrollando con las experiencias a lo largo de nuestra vida.
Así que, como ves, mejorar la autoestima es posible.
Componentes de la autoestima
En el concepto de la autoestima entran en juego tres componentes:
- Componente cognitivo: lo que cada uno de nosotros pensamos de nosotros mismos.
- Componente afectivo: la respuesta afectiva que tenemos sobre lo que percibimos de nosotros mismos.
- Componente conductual: nuestras acciones, lo que decidimos hacer.
Para conseguir mejorar la autoestima será necesario trabajar en los tres aspectos.
Síntomas de una baja autoestima
Es importante detectar cuándo tenemos una baja autoestima, para poder tomar medidas. La baja autoestima puede ser la fuente de otros problemas derivados.
¿Cómo detectar si nos encontramos en un momento de baja autoestima?
Estos son los síntomas más comunes:
- No tener seguridad en sí mismo
- No expresar opiniones o gustos por miedo a ser rechazado; pensar que las opiniones propias tienen menos valor que las del resto de personas.
- No relacionarse con los demás por pensar que se va a sufrir un rechazo.
- Necesitar la aprobación de los demás cuando se van a tomar decisiones.
- No sentirse merecedores de las cosas buenas de la vida que puedan sucedernos.
- Sentir que el resto de personas son superiores.
- Dejarse dominar por el resto de personas por no atreverse a imponer sus ideas o voluntad.
- Atribuir los fracasos a razones internas, pero los logros a causas externas.
- Ser excesivamente duro con las acciones propias, creyendo que podrían haber sido hechas mejor.
- Desmotivarse con facilidad y a menudo no terminar las cosas empezadas.
- No esforzarse en conseguir lo que se desea por pensar de antemano que no se va a lograr.
- Pensar siempre en las debilidades y no tener en cuenta las fortalezas.
- No tomar la iniciativa.
- Sufrir ante la toma de decisiones por pensar siempre que se elegirá la opción incorrecta.
- Sentirse nervioso y culpable.
¿Es posible revertir este tipo de sensaciones? Pues sí. Existen ejercicios que se pueden practicar para cambiar esa percepción de uno mismo y empezar a valorarse y conseguir así mejorar la autoestima.
Cómo subir la autoestima
No hay un método mágico ni infalible para mejorar la autoestima, pero sí es muy necesario trabajar sobre uno mismo para conseguirlo.
Somos cada uno de nosotros los que podemos conseguir subir la autoestima. Se trata de un proceso diario en el que el objetivo será aprender a quererse a sí mismo. El resultado, la mejora de la autoestima.
Estas son algunas de las claves en las que te puedes ayudar para conseguirlo.
1. Busca y encuentra el origen de tu baja autoestima
El primer paso para mejorar la autoestima es buscar su origen, la raíz de esos miedos.
Una buena forma es preguntarte el por qué hasta llegar a un nivel muy profundo.
Por ejemplo, si tienes miedo a montar tu propio negocio, busca las razones más profundas.
¿Por qué tengo miedo de dejar mi trabajo y montar mi propio negocio? Porque creo que no me va a ir bien.
¿Por qué creo que no me va a ir bien? Porque no soy bueno en mi trabajo.
¿Por qué creo que no soy bueno en mi trabajo? Porque en el actual nunca me han ascendido y no me han permitido demostrar lo que puedo hacer.
Bien, ahí lo tienes. Ya has identificado cuál es el origen de tus temores. Ahora ya puedes planear cómo darle la vuelta a la situación.
2. No te auto castigues ni machaques
Nadie es perfecto, eso grábatelo. Y, como tal, tenemos que aceptarnos y ser realistas con lo que somos, con nuestras virtudes y defectos.
La clave está en valorar lo que hacemos bien, aceptar las que no hacemos tan bien y aprender.
Somos nosotros mismos los primeros que tenemos que poner en valor nuestras virtudes.
Así que piensa y analiza cuáles son tus fortalezas y aférrate a ellas.
3. Convierte tus pensamientos negativos en respuestas racionales
Nuestras experiencias forman nuestra percepción. Y cuando nuestra autoestima se tambalea hace que nos convirtamos en un duro e implacable crítico, despreciando lo que hemos conseguido y revolviéndonos en los errores.
Este tipo de pensamientos es irracional: nos lleva al peor de los escenarios, a la más dura de las consecuencias. Incluso cuando no existen razones objetivas para obtener esa conclusión.
Así que debes poner en cuestión esos pensamientos irracionales, que no se sostienen sobre una base real y hacer que el razonamiento objetivo los derrote.
Para conseguirlo, primero debes identificar las situaciones en las que aparecen y analizar qué te dicen: ¿cómo interpretas esas situaciones? ¿qué te hacen sentir?
Reconocer las emociones que te provocan es el primer paso para eliminar el poder que ejercen sobre ti.
Como segundo paso tienes que racionalizar esos pensamientos negativos irracionales. Y para ello te puedes hacer preguntas como:
¿Estás seguro de que eso que piensas va a ocurrir?
Y si ocurriera, ¿cómo estarás dentro de un tiempo?
Si fuera otra persona la que viviera esa situación y te lo contara, ¿qué le dirías?
La percepción cambia cuando nos abstraemos de esa idea propia y lo vemos de una forma objetiva.
4. Toma acción, aunque puedas fracasar
Cuando tenemos miedo y tememos enfrentarnos a algo la salida más fácil es no hacerlo, no pasar a la acción.
Pero esto es una trampa que nos hacemos a nosotros mismos.
Porque precisamente el enemigo de la baja autoestima es no hacer nada.
En realidad, la autoestima depende de actuar, de hacer las cosas, de enfrentarnos a lo que nos da miedo.
Cuando te enfrentas a esas situaciones, la autoestima aumenta. Porque estás dando un paso adelante.
Así que recuerda esto en los momentos de bajón porque es una de las claves para lograr mejorar la autoestima.
5. Fíjate metas realistas y que puedas cumplir
Pensar en positivo y pasar a la acción no es decir de la noche a la mañana, por ejemplo, “voy a hacer una maratón”. Si no eres runner ni has entrenado nunca, eso no es un objetivo alcanzable.
Pero sí que lo puede ser decir “voy a salir a correr media hora todos los días”.
Céntrate en fijarte metas que puedas cumplir e ir aumentando poco a poco.
Además, incluso aunque falles, habrás aprendido mucho en el proceso y te servirá para la siguiente.
6. Deja de compararte continuamente con otras personas
A menudo no lo podemos evitar, pero es importante desligar esta acción de nuestros pensamientos.
Cada persona es diferente y sus circunstancias también.
Céntrate en ti y en tu vida. Deja las envidias a un lado, porque solo conseguirás que te causen dolor y frustración y te quitarán energía y motivación para que abordes tus propios proyectos.
7. Acéptate y perdónate
Aceptar lo que somos y en qué creemos que nos hemos equivocado es el primer paso para mejorar.
De nada sirve estar anclado en pensamientos negativos sobre lo mal que hemos hecho algo, reprocharnos las decisiones tomadas o castigarnos continuamente por los errores cometidos.
Esos errores también te han traído hasta dónde estás ahora.
Por lo tanto, acéptalos, perdónate, piensa cómo puedes mejorar y adelante con ello.
8. Analiza tus acciones de forma constructiva
En la misma línea, analizar las acciones tiene que servirte para aprender de ellas y mejorar los aspectos que consideres.
Así que deja de culpabilizarte y mira las cosas desde otro prisma: piensa en qué conclusiones extraes de las acciones realizadas, pero en clave de mejora.
9. Quiérete y respétate
Quiérete y trátate con cariño. Eres tu mejor compañía.
Cuanto mejor te trates tú, mejor lo harán los demás.
10. Dedícate tiempo y atenciones
Otro aspecto de tratarse con cariño radica en dedicar tiempo para las actividades que te hagan sentir feliz, que te agraden y con las que sientes que disfrutas.
Además, estas actividades que te encantan te motivarán para tu vida diaria y sabrás explotar tus mejores habilidades.
11. Cambia lo que no te gusta de tu vida
A veces por miedo, a veces por bloqueos mentales, a menudo nos atamos nosotros mismos a aspectos de nuestra vida que en realidad no nos gustan.
Y las llevamos como una pesada carga de la que no somos capaces de liberarnos.
Un trabajo que no te gusta, una relación que no te aporta nada, una amistad que no es tal…
Analiza tu vida, tus circunstancias, y toma el control sobre la situación.
Piensa en positivo y en qué pasaría si haces cambios en esos aspectos de tu vida que no te gustan. Y, lo más importante, qué puedes hacer para cambiarlos.
12. Haz ejercicio
Estudios científicos han demostrado que el ejercicio físico es una de las formas más rápidas de aumentar la autoestima a corto plazo.
Tiene su explicación en la química del cuerpo. Un ejercicio moderado durante unos minutos al día libera endorfinas y reduce los niveles de cortisol.
Ni qué decir tiene que encontrarnos mejor a nivel físico también nos ayuda a sentirnos mejor con nuestro propio cuerpo e incluso vernos más atractivos.
Pero, además, los estudios también indican que se puede aumentar la capacidad mental, porque se incrementa el flujo sanguíneo hacia el cerebro, se reduce la ansiedad, e incluso aumenta el autocontrol.
13. Revisa tu vida a diario
Una forma de tomar conciencia del punto en el que estás y en el que te gustaría estar es tomarte unos minutos al final del día y analizarlo: qué has hecho, qué te ha salido bien, qué errores has cometido y cómo los puedes enmendar…
Y, sobre todo, cómo te sitúa eso sobre la vida que de verdad quieres tener. Cómo de cerca estás de conseguirlo.
Como ves, son pequeñas grandes acciones que puedes poner en marcha ya para conseguir mejorar tu autoestima.
Porque la única persona capaz de cambiar tu vida eres tú mismo.
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