En este artículo te voy a hablar de un libro. Una obra de Fernando Trías de Bes que analiza la figura del emprendedor y otros factores relacionados.
Se basa en su propia experiencia y en los testimonios recogidos en las entrevistas a otros emprendedores, salpicado también de ejemplos ilustrativos y pruebas.
El formato de la narración hace que cada uno de los capítulos del libro se centre en una afirmación concreta, lo que él denomina que son los Factores Clave de Fracaso.
Si quieres saber cuáles son y qué nos cuenta Trías de Bes en El libro negro del emprendedor sigue leyendo.
Los Factores Claves de Fracaso (FCF)
Fernando Trías de Bes estructura El libro negro del emprendedor en cinco bloques, en los que en cada uno de ellos analiza diferentes aspectos del emprendizaje: la figura del emprendedor, los socios, la idea de negocio, ingresos y fiscalidad y, por último, ventas y escalado del negocio.
En estos cinco bloques identifica un total de 14 afirmaciones, a las que denomina asaltos, y que para él constituyen los 14 Factores Clave de Fracaso.
Estos 14 factores no son simplemente errores; sino que conforman las 14 grandes razones por las que un negocio termina cerrando. Y con ello, suponen el fracaso del emprendedor.
Resumen de «El libro negro del emprendedror»
El primer bloque del libro se centra en la figura del emprendedor y lo titula “¿Emprendedor o probador de fortuna?”.
Son tres los factores clave del fracaso, en tres asaltos, que destina en este apartado.
Primer asalto: los lamentables motivos del emprendedor
¿Cuál es el motivo que anima a una persona a emprender? Esta es la gran pregunta a la que Trías de Bes ofrece una respuesta contundente.
Y es que la mayoría de los emprendedores que fracasan lo hacen porque sus motivos están basados en la idea del negocio y no en una motivación, como debería ser.
Y lo afirma de forma literal: “ La idea es el vehículo de la actividad emprendedora, pero nunca una motivación sólida y duradera”.
Por eso, si cuando se inicia un proyecto de emprendizaje se hace por no tener que acatar órdenes, para poder elegir las vacaciones, porque se odia la empresa o al jefe o, simplemente, porque se ha perdido el puesto de trabajo, ese proyecto estará condenado al fracaso.
La diferencia es un pequeño pero importante matiz: no se trata de tener un motivo, sino de que haya una motivación.
Un motivo es un detonante, es una causa.
Pero otra cosa es la motivación. Ésta hace referencia a las ganas, a la ilusión, al deseo profundo de emprender. El motivo que provoca su decisión no es importante mientras haya una ilusión real.
Factor Clave del Fracaso: emprender con un motivo, pero sin una motivación.
Segundo asalto: emprendedores y bomberos
La segunda parte se centra en esa pasta especial de la que están hechos los emprendedores. Una forma de ser en la que abrazan la incertidumbre.
Emprender es una forma de enfrentarse al mundo, es una manera de entender la vida con la que no todo el mundo se siente a gusto. ¿Y cuál es esa forma de vida? Es aquella en la que la persona disfruta con la incertidumbre y la inseguridad de qué pasará mañana. El verdadero emprendedor es aquel a quien lo incierto le procura un especial placer.
Factor Clave del Fracaso: no tener carácter emprendedor.
Tercer asalto: Salvoconducto para viajar por businesslandia
El espíritu luchador debe ser también innato al emprendedor.
En el caso de emprender hay una faceta personal que permite a cualquier persona sin madera de emprendedor ser capaz de sobrevivir y triunfar en casi cualquier aventura empresarial. Se trata de la capacidad de sobreponerse a las dificultades, de afrontar reveses. Llámele capacidad de sufrimiento, espíritu luchador, tenacidad…
Factor Clave del Fracaso: no ser un luchador.
La segunda parte del libro se centra en los socios, con el título “Créditos a largo plazo y al 22 por ciento”.
Cuarto asalto: Antes solo que bien acompañado
En este capítulo Trías de Bes analiza si un emprendedor necesita realmente un socio para arrancar con su proyecto propio. Y recomienda emprender solo.
Analiza por qué los emprendedores suelen buscar asociarse con otros para montar un negocio propio y lo valora como el recurso más caro, por todo lo que supone. Los emprendedores suelen buscar un socio por miedo.
Aconseja asociarse como última medida si el negocio no puede funcionar de otro modo.
Factor Clave del Fracaso: contar con socios cuando en realidad se puede prescindir de ellos.
Quinto asalto: ¿Con quién se metería en un submarino para dar la vuelta al mundo?
Este capítulo aporta unas nociones sobre cómo escoger y pactar con los socios. Pese a su recomendación en el capítulo anterior, es consciente de que pocos emprendedores lo hacen solos y por ello dedica este asalto a cómo escoger la persona con quién asociarse, a explicar los criterios fundamentales para que su asociación sea un factor que sume y no uno que reste.
Aboga por compartir los valores, pero que los roles entre los socios sean lo más alejados posibles. Los criterios más importantes para escoger socios son, para el autor: la honradez y valores alineados con los tuyos; en segunda instancia, complementariedad con tu carácter y tus competencias; que sean personas que realmente aporten valor.
Es fundamental hablar y explicar cuál es la ambición que se persigue con el proyecto y que esta ambición esté plenamente compartida sin ningún tipo de duda.
Factor Clave del Fracaso: escoger socios sin definir criterios de elección relevantes.
Sexto asalto: Ni a Dios lo que es de Dios; ni al César lo que es del César
Este sugerente título analiza cómo pactar con los socios. Y arranca por la necesidad de definir cómo se producirá la separación, en caso de que tenga que suceder.
¿Por qué hacerlo antes incluso de empezar? Porque es mejor pactar cómo nos vamos a pelear cuando aún somos amigos.
El modo más justo de separarse revela el modo más justo de asociarse. Propone no inventar cosas raras a la hora de decidir qué porcentaje tendrá cada socio. Los activos y el dinero entregados a la empresa han de valorarse por su precio justo y se convierten en acciones. El trabajo se remunera con sueldo, a poder ser, de mercado. El resto de activos que se cedan a la empresa por parte de algún socio y que no se valoren como acciones deben alquilarse o dejarse a deber. Así de claro.
Factor Clave del Fracaso: ir a partes iguales cuando no todo el mundo aporta lo mismo.
Séptimo asalto: Ejercicio de futurología.
En el séptimo apartado resume, acertadamente, las razones que provocarán las peleas con los socios. Y recomienda, básico, la comunicación entre los socios como la base de una relación en libertad.
Estudia cuáles suelen ser esas razones:
- La aportación de cada uno.
- La eficiencia y la eficacia.
- El estilo profesional.
- Las desconfianzas.
- Ley de vida.
Factor Clave del Fracaso: falta de confianza y comunicación con los socios.
La tercera parte del Libro negro del emprendedor analiza, bajo el título de “Sobre esa gran idea que dijo que usted tenía“, la idea.
Octavo asalto: Solo un infeliz confía en su idea feliz
Trías de Bes afirma tajantemente que la idea es lo de menos y que lo importante es la forma de la idea.
Y es así. En realidad, todo el mundo tiene buenas ideas.
Es más, cuando un emprendedor cree que tiene una idea única, en realidad seguramente alguien la habrá tenido antes. Pero, seguramente también, habrá fracasado en el intento.
¿Cuál es la clave entonces? Lo realmente importante es la forma que se le da a esa idea, qué se hace con ella.
Factor Clave del Fracaso: pensar que de la idea depende el éxito.
Noveno asalto: Ningún novel ha ganado un Nobel
El sector en el que se centre el negocio en ciernes es una decisión. Y no una consecuencia.
La elección del sector de actividad en el cual emprenda ha de ser el resultado de una decisión consciente, nunca la consecuencia aleatoria de una idea de negocio.
Se debe emprender en sectores que se conozcan muy bien o que atraigan mucho, que gusten. Mejor todavía si se cumplen las dos premisas.
Factor Clave del Fracaso: adentrarse en sectores que no gustan o se desconocen.
Décimo asalto: Los buenos bancos
El décimo capítulo trata sobre la importancia de escoger sectores en auge o rentables.
Un sector de actividad atractivo es un generador de liquidez mayor que el de un socio capitalista o una entidad financiera. El buen emprendedor se rodea de circunstancias favorables. El sector de actividad es la circunstancia más importante que rodea al emprendedor. Por tanto, ha de ser atractivo.
Lo mejor es buscar sectores que crezcan, o en los que haya poca competencia, o que sean rentables, o que requieran poca inversión inicial.
Factor Clave del Fracaso: escoger sectores de actividad poco atractivos.
La cuarta parte del libro se presenta con el título “No tener NIF en la cama de matrimonio” y analiza las claves del equilibrio entre la vida personal, profesional y la familiar.
Y lo hace desde dos perspectivas: la económica, financiera; y la de las relaciones personales.
Décimo primer asalto: Nunca ponga los huevos en una sola cesta
Como se intuye, Trías de Bes aborda en este capítulo la importancia de diversificar al máximo los ingresos familiares durante los primeros años.
El negocio no puede comprometer la situación financiera de toda la familia. Y al comienzo se deben diversificar los ingresos para no tener que depender del negocio.
Y, por supuesto, no se debe de vivir como un rico, por encima de las posibilidades. Nunca, pero mucho menos al inicio.
Factor Clave del Fracaso: hacer depender el negocio de las necesidades familiares y las ambiciones materiales.
Décimo segundo asalto: un equilibrista jamás será emprendedor
La vida de emprendedor no es una vida que permita equilibrar vida personal y profesional. El emprendedor es emprendedor todos los días del año y las 24 horas del día.
Muchas personas emprenden para poder conciliar su vida personal y profesional, pero emprender es todo lo contrario. Supone inundar tu vida personal de los problemas de tu vida profesional.
Factor Clave del Fracaso: emprender sin asumir el impacto que tendrá sobre nuestro equilibrio vital.
Quinta parte: “Emprender es fácil, lo difícil es crecer”.
La última parte analiza las cuestiones que suelen surgir cuando el negocio ya está rodando y en marcha, a partir del segundo año de actividad.
Y entra en un aspecto clave: cómo pasar de ser emprendedor a convertirse en empresario.
Décimo tercer asalto: las ventas nos esclavizan y los beneficios nos realizan
Aquí es tajante Trías de Bes: un negocio que no genera dinero desde el principio, no lo hará en el futuro. Recomienda no alargar una agonía y cerrar si se tienen pruebas de que el negocio no marcha.
Y, por supuesto, subraya la importancia de contar con un plan de negocio.
Hacer planes sirve principalmente para detectar momentos en los que habrá que modificar el modelo de negocio con el cual se arranca. El modelo de negocio es el marco empresarial que acoge la idea. A cada idea le corresponden modelos inviables y modelos que la hacen sostenible. El modelo de negocio más adecuado a la forma de su idea es el que da beneficios más rápidamente y es sostenible a medio y largo plazo.
La sostenibilidad es más importante que el crecimiento.
Factor Clave del Fracaso: crear modelos de negocio que no dan beneficios rápidamente y de modo sostenible.
Décimo cuarto asalto: Dios dijo hermanos, pero son primos
Este último capítulo analiza de lleno la diferencia entre empresario y emprendedor.
El emprendedor es una persona que disfruta emprendiendo, es decir, creando cosas. El empresario es alguien a quien le apasiona generar crecimiento y, sobre todo, gestionar.
Gestionar es importante para emprender, pero en el caso de crecer es conditio sine qua non. O uno sabe gestionar bien o no sabrá crecer y cometerá errores que pueden llevarlo al fracaso. No todo emprendedor es un buen gestor del crecimiento. O porque no sabe hacerlo, o porque no le gusta.
Y por eso es determinante que el emprendedor sea capaz de identificar cuándo es el momento de apartarse a un lado y poner a un profesional que gestione el negocio, un especialista con determinación y enfoque necesarios para conseguir hacerlo crecer.
Es necesario que el emprendedor sea capaz de liberarse de las ataduras emocionales que le atan al negocio y soltar las riendas.
Factor Clave del Fracaso: ser emprendedor y no empresario, y no retirarse a tiempo.
Mi opinión sobre el libro
El libro negro del emprendedor es uno de los que tener en las estanterías de las personas que piensan montar un negocio, incluso online. Y cuando digo estantería, no me refiero a que quede bonito en el despacho y sirva de postureo para dar la impresión de que uno está instruido.
Aunque puedo no estar de acuerdo con todas las afirmaciones de manera rotunda, sí que creo que es uno de los libros que debe leer un emprendedor, incluso antes de montar el negocio.
De esta forma, podrá analizar con criterio ideas de negocios en casa.
Y releer y retomar de vez en cuando.
Todos las personas que tengan en mente emprender deberían leer primero El libro negro del emprendedor.
¿Por qué?
Por varias razones:
- Encontrarás en este libro afirmaciones y conclusiones que no aparecen en ningún otro.
- Te dice unas cuantas verdades sin paños calientes, directo y sincero. Duro a veces, pero necesario. Ya lo avisa antes del prólogo, cuando dice “No digas que nunca te lo advirtieron”.
- Se aleja de esa presentación del emprendimiento como una actividad exitosa, cool y moderna. Emprender es duro y exige trabajo.
Yo siempre lo digo, lo sabes. Trías de Bes también se atreve a decir verdades, a presentarte realidades que, a veces, puedan parecer bofetadas, pero que hay que decirlas. - Presenta situaciones reales, que le pueden suceder a cualquier emprendedor en su día a día. No es descabellado pensar que un socio te vaya a dejar, que el banco no te apoye… Por lo tanto, no se basa en suposiciones o fantasías. Las afirmaciones tienen una razón de ser y pruebas.
- Muestra la realidad del emprendimiento: los datos nos dicen que el 95% de los proyectos de emprendimiento no consiguen sobrevivir más de 5 años.
Es así.
Y hay que asumirlo y comprender por qué esos emprendedores fracasaron.
Para evitar que un emprendedor fracase ha de saber por qué fracasaron aquellos a quienes no les fue bien. - Porque habla de fracaso. Pero si me conoces ya sabrás que yo no (siempre) valoro el fracaso como algo negativo. Del fracaso se aprende, muchísimo más que del éxito.
Como digo yo, fracasa mucho, pronto y barato. - Ahonda sobre aspectos del emprendimiento poco tratados y que no son amigables. Al igual que yo hago en mis trainings.
Y son muy necesarios. ¿Por qué? Porque el objetivo de este libro, como el mío en mi día a día como mentor de emprendedores, es ayudaros a que os convirtáis en emprendedores fuertes y de calidad. - Es realista y pone a prueba la motivación de emprendimiento de los lectores. Si al final del libro sigues con la idea de emprender, no puedo más que felicitarte y animarte.